Nuestra zona de navegación por el Miño la realizamos por el embalse de Os Peares.
Las aguas de embalse anegaron tierras de cultivo, viñas, pueblos y un sin fin de construcciones, trasladándose miles de personas antes de la abertura de las presas del embalse. Así, cuando el nivel del embalse de Os Peares baja mucho, emergen de las aguas las ruinas de la vieja fábrica de la Luz de Erbedeiro. Recientemente se cumplieron cien años del inicio de las obras de construcción de la central eléctrica de Erbedeiro, sumergida por el agua del embalse de Os Peares.
En el municipio de Carballedo se ubicó un complejo hidráulico encuadrado en un lugar agreste, inaccesible y rico en paisaje y biodiversidad del cañón de río Miño. En el año 1922 comenzaron las obras de construcción de esta central eléctrica familiar, durante cinco años, hasta 1927. La familia Moure de Pantón fue la encargada del aprovechamiento energético fluvial. Fueron unas obras duras, la orografía y el coste en dinero, tiempo y trabajo humano (y animal) para la empresa Eléctrica de Pantón.
Parte del caudal del río fue derivado por un canal de dos kilometros de longitud que cojía el agua de una pequeña presa construida en Albarín, en Veasos. Desde allí lo llevaba hasta el Erbedal en la parroquia de Erbedeiro, salvando un desnivel de 350 metros. Desde la toma hasta la planta , el chorro de agua llegaba con tanta presión que se decía que se podía agujerear de inmediato una tabla de dos centímetros. Es aquí donde se encuentra la central con la turbina y el generador, a orillas del río Fondós, ya muy cerca de la desembocadura del río Miño y enclavada en una abrupta ladera. Se trata de una edificación de una planta construida, como no, con materiales de la zona, tanto en piedras y madera, y revestida de cal.
En el año 1952 las aguas del Miño, tras la construcción de la presa de Os Peares, después del llenado de la presa, es en rarísimas ocasiones cuando dicha estructura queda a la vista. La última vez, hace algo más de 20 años. En esas mismas fechas, también se dejo ver la aldea de Sernande, oculta por las aguas un kilómetro río arriba. La sensación de realizar una ruta fluvial por el río Miño y surcar sus aguas por encima de todas estructuras… ESTREMECE.
El canal que alimentaba la central de Erbedeiro atraviesa un espectacular bosque rico en fauna salvaje y de gran interés geológico, conocido como Monde do Graúllo. Ejemplo de bosque mediterráneo en plena Ribeira Sacra, en pleno corazón de Galicia. El Sobreiral do Graúllo es el bosque de Sobreiras o alcornoques más grande de la Ribeira Sacra. Un enorme peñasco vertical emerge formado por cuarcita armónica con una edad entre los 400 y 500 millones de años. El peñasco emerge a ambos márgenes del río, ya del lado izquierdo perteneciente al municipio de Pantón llamado Penedo de San Martiño, donde se encuentran los restos de un castro celta.
En el año 1927, la planta hidráulica comenzaba a producir energía eléctrica para alumbrar hogares de Erbedeiro y Chouzán en Carballedo. Eran los únicos de este concello, porque el cometido del empresario era vender esas energías en Pantón. Así, después de cinco años de duros trabajos de obras para esta central eléctrica, tuvo que dejar su actividad para dar paso a la gran presa de Os Peares. Treinta años después del inicio de producción de la central de Erbedeiro comenzaban en Chantada las obras de otra central, el gigantesco embalse de Belesar. Para esa obra se necesitaron seis años.
Actualmente al realizar una ruta fluvial por el Miño son pocos los restos que se pueden apreciar y que siguen en pie: un pequeño puente de hierro, el cual podemos ver al acercarnos con la embarcación, son de los pocos vestigios que estas majestuosas obras conservan de los trabajos que realizaron nuestros abuelos.
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